sábado, 14 de enero de 2012
Pero ya llegaremos a eso, ¿Vale?
Por ahora quédate con los recuerdos. Recuerda todas las veces que cruzamos nuestras miradas con la intención de contárnoslo todo, y no llegamos a pronunciar ni una mísera palabra. Recuerda como cada instante a tu lado provocaba en mí una sonrisa que poca gente era capaz de accionar. Por favor, recuerda todo. Recuérdame, y mantenme en algún sitio de tu memoria, en el que puedas sacarme cuando las cosas sólo vayan a peor, y necesites a alguien que ilumine tu camino, que te guíe a casa. Porque aunque todo entre nosotros se torció, tú nunca llegaste a perderme. Nadie te querrá nunca como yo, cariño.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario